¡Oh María! Virgen poderosa,
grande e ilustre defensora de la iglesia...
singular auxilio de los cristianos...
terrible, como un ejército ordenado en batallas.
Tu sola has triunfado de todas las herejías del mundo,
¡Oh Mandre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas,
en nuestros apuros, líbranos del enemigo,
y en la hora de la muerte llévanos al paraíso.
Así sea.
grande e ilustre defensora de la iglesia...
singular auxilio de los cristianos...
terrible, como un ejército ordenado en batallas.
Tu sola has triunfado de todas las herejías del mundo,
¡Oh Mandre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas,
en nuestros apuros, líbranos del enemigo,
y en la hora de la muerte llévanos al paraíso.
Así sea.
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