martes, 2 de septiembre de 2008

Los Nombres de los Ciclones

El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos es el organismo encargado de poner nombre a las tormentas tropicales que tienen lugar en el Océano Atlántico Norte.

Hay seis listados de nombres en uso desde 1979, de manera que cada 6 años la lista se reutiliza. Así, el listado VI, vigente para el actual 2008 es el mismo que se utilizó en el 2002 y, por supuesto, volverá a repetirse en el 2014, según el ciclo establecido. En el caso de que un huracán haya provocado víctimas mortales o haya tenido efectos particularmente devastadores, se retira el nombre y se sustituye por otro con la misma inicial y género.

Cada lista contiene 21 nombres donde se alternan, por orden alfabético, masculinos y femeninos. En caso de que una temporada registrara un número superior a 21 ciclones, se utilizarían las letras del alfabeto griego (Alfa, Beta, etc.) para designar el resto de huracanes.

Según lo establecido, la lista que corresponde a este año, se han utilizado ya los nombres: Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly, Eduardo, Fay, y ahora Gustav.

Después, podrían llegar, de acuerdo con la actividad ciclónica en la región, Hanna, Ike, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paloma, René, Rally, Teddy, Vicky y Wilfredo.

Corresponsal: Miozotis Fabelo Pinares.

¡Ciclones!

Los ciclones que han azotado a Cuba, han sido, casi siempre, devastadores, tanto en la esfera económica, personal y psicológica.


Incluso los más pequeños de la familia saben el significado de este fenómeno y muchos adiestrados por la cotidianidad de esta situación, colaboran en las fases de preparación o recuperación.

Gustav ha sido: “…el fenómeno natural más devastador de los últimos 50 años que afectara a Cuba, llegó con una fuerza cuatro en la escala Safir-Simpson de cinco, y desde las dos de la tarde de este sábado (30/agosto/08) comenzó a azotar con violencia a la Isla de la Juventud, hasta las 9:30 de la noche, cuando salió por Manuel Sanguily, Pinar del Río…” “…pueblos arrasados, miles de casas derrumbadas o sin techo, cultivos anegados, redes de comunicación cortadas y torres de energía en el suelo. Las escuelas que ya estaban listas para el inicio del curso escolar fueron muy dañadas…”

Los números hablan por si solos:

- Más de 300 000 personas fueron evacuadas en el occidente cubano, sobre todo en pueblos costeros como Carraguao (ahí chocó el ojo del ciclón), Cortés, Bahía Honda y Candelaria, en Pinar del Río, y al sur de La Habana como Batabanó y Güira de Melena.



- 7 personas resultaron lesionadas, unas 7 000 casas quedaron sin techo, sin ventanas o con paredes derrumbadas, en Los Palacios, a 100 km de La Habana (según un balance inicial del presidente del Consejo de Defensa Municipal, Emilio Triana.)

- En la Provincia Pinar del Río, el mortífero meteoro dejó sin techo o con graves afectaciones en estos a unos 120 000 hogares.
Esta cifra representa -para que se tenga una idea de la magnitud del desastre- muchas más viviendas dañadas que las 102 000 que en su conjunto dejaron los cuatro huracanes que azotaron en los últimos años el territorio pinareño.

- Paso Real de San Diego, próximo a Los Palacios, fue arrasado con vientos superiores a los 340 km/h, récord en el país.


- La Isla de la Juventud fue asolada. Dos embarcaciones fueron a dar al centro de Nueva Gerona, la principal ciudad del municipio.


Fotos tomadas: AIN, AFP, Juventud Rebelde, Roberto Meriño, Neyla Carpio.
Muestran: La Habana, Pinar del Río (Candelaria, San Diego, Los Palacios), La Isla de la Juventud.